sábado, 9 de febrero de 2008

EL EVANGELIO SEGUN SATANAS I

Porque escribo,

No soy yo el que busca narrar los hechos que acontecieron. Son las sotanas viejas, carcasas huecas, que tras tanta infamia hacia mi persona me obligan a hablar. No soy un personaje más de la Historia. Tampoco nada común. Soy el oyente silencioso de los tiempos. El que todo lo ha visto, todo presenciado. ¿Algo se me escapa? Sí, acaso cómo termine todo esto. Soy el que Soy. Nómbrenme como queráis. Al fin de cuentas, mi nombre les pertenece. Ustedes me lo han dado, ustedes me han inventado y creado. Con un propósito. Convertirme en el chivo expiatorio de toda la Humanidad. Y heme aquí, aceptando el mote, puesto que me dio fama, poder e influencias nefandas. Todo lo malo soy. Todo lo perverso. Una omnipotencia de la oscuridad y de los inicios de los tiempos. Un final abrupto que no está escrito. Un camino que no se ha recorrido. Una invocación sin respuesta. Un nacimiento sin fecha. La historia de quien no es. De quien tampoco será. Del cual no se habla en las mesas de familia. De quien no está invitado al banquete final de los tiempos. Un viento, sin aire. Un huracán de verdades. Un manantial de deidades sin credo ni religión, sin más arte, que un buen puro en los labios de una buena mujer. Y ya saben de qué labios refiero.

Tantas veces se ha hablado de esta historia harto conocida, que merezco alguna vez contarla según la óptica que tengo de ver las cosas. Ésta es, en verdad, la gran historia jamás contada. De cómo yo, que tantos nombres tengo pues tantos me han dado, viví acontecimientos conocidos por todos. Y algunos otros más. Y cómo, me propongo, ya dispuesto, a contárselas a vosotros, hijos míos de tantas generaciones. El morbo de vosotros, los hombres, la preferirá a la aburrida versión que se refieren en las Iglesias. Puesto que yo, de tantos nombres como la humanidad ha imaginado, soy la encarnación del mal, me he propuesto desmitificar todo lo que de mí se ha dicho en estos últimos milenios. Supongamos que hablo de un Dios, y de su supuesto Hijo nacido en Belén. Mezcla rara de ironía, burla y seriedad, háganse a un lado, porque vengo yo.

He de hablarles como se le habla a un niño, porque muchos de ustedes ni deben de conocer la de magnitudes que se han escrito sobre las “Sagradas Escrituras”, Algunos acaso hayan leído la Prensa Divina – “Biblia, entre nosotros” – en sus dos versiones: La que conforma a Hebreos, cristianos y hasta musulmanes; y la que únicamente satisface a la Cristiandad. Seguiremos su curso, más o menos, para que no pierdan el sentido de la Historia, y nadie venga a decirnos que andamos plagiando autores.

Entonces hijos míos, bienvenidos a mis feudos. Bienvenidos a la mentira como escritura y al plagio como descripción.

Sepamos algo antes de arrancar. Sepamos que los hombres no son ni buenos ni malos. Simplemente, son. Muchos intereses se han creado al respecto para evitar que sean. Muchos beneficiados al respecto. Pues figúrense, ¿quién se beneficia con que exista el bien y el mal? ¿Quién tiene la autoridad suficiente para dividir entre buenos y malos? Debo admitir que soy el primer beneficiado de esta falsedad. Puesto que, siendo un ángel de segundo orden en la creación estándar que ideó el Universo, he sido llevado a la magnitud total. El mundo me teme. El mundo me respeta. El mundo no pronuncia mis nombres porque saben que me les aparezco de improviso para asustarles. O en todo caso, ¿para qué me invocan si después no me quieren ver? Ando tan ocupado, como para que me anden haciendo perder el tiempo. ¿Cómo si administrar los destinos de la humanidad fuera fácil? ¿Por qué, acaso todavía creen que en las confinidades de la tierra manda otro que no sea yo? Y como me aburre mandar, os dejo que hagáis lo que os plazca, malvados hijos míos.

Esta es la historia de cómo conocí al segundo hijo de Dios. Puesto que siendo yo el primero, fui degradado por pedir la herencia antes de tiempo. Por andar ofreciendo manzanas a las mascotas predilectas del sádico que dice ser mi padre. Por andar liberando sentimientos ocultos de reprimidos seres a los cuales no les dejaban ser por completo.
Esta es la historia del hijo del Hombre, el terrenal hijo de Dios, Aquel, noble carpintero, hermano mío, pintoresco orador, tan vulgar en sus instintos como sencillos sus modos de llegar a las gentes. Yo estuve con él, desde el principio.

(publicado a la par que la sede nacional del gobierno: www.saintterriens.wordpress.com)

miércoles, 6 de febrero de 2008

José Artigas I;


Esto de tener la oportunidad de escribir mientras las manos y las ideas me den la oportunidad no puedo desmerecerlo; En la página oficial del Gobierno, les hablaba de San Martín, Bolívar y los encuentros en Guayaquil; http://www.saintterriens.wordpress.com/; En la Ciudad de Vulgaria, dentro del territorio saintterriense, sobre Bouchardo y el famoso Zorro: http://www.vulgaria.wordpress.com/;

Ahora le toca el turno al más importante de todos ellos, JOSÉ GERVASIO DE ARTIGAS;
Había nacido el 19 de junio de 1764, y su lema fue, Con la libertad, no ofendo ni temo, He aquí un Cielito como nos acostumbraba el oriental Hidalgo, en tiempos de la Independencia, y algunas cosillas máis:
Cielito, cielo que sí
Cielito de los orientales,
donde pisa el gaucho Artigas,
hasta se erizan los trigales
Portugueses y españoles,
a las corridas están,
Ni porteños ni traidores,
lo pueden sobornar,

Cielito, cielo que sí,
Cielito de la verdá
No ofende ni teme Artigas,
al proclamar la Libertad

Suscriben la Independencia,
los congresales en Tucumán,
Los Pueblos Libres lo hicieron
Trece meses atrás

Desde junio del quince, Artigas
ha jurado la Independencia,
¡Esa fecha es el inicio,
de nuestra gloriosa existencia!

Cielito, cielo que sí
Cielito del gran Artigas,
Junto a Belgrano y San Martín,
Nuestros Padres de la Vida,

Artigas surgiría en el Teatro de la Historia Rioplatense a fines de 1810. En el "Plano de Operaciones" que suscriben Mariano Moreno y Belgrano, el creador de la Bandera le menciona al terrible secretario de la Primera Junta, la posibilidad de tentar al "Blandengue Heroico" a la Lucha por la Independencia, Por eso, sucederá este episodio...
Artigas, levántate y anda.

Mientras fracasan Belgrano y Castelli, mientras se pelean por las migajas del poder porteños y representantes provinciales surge la alta figura patria por excelencia... por excelencia olvidada. Blandengue en la Banda Oriental, pelea en las invasiones inglesas. Al enterarse de la Revolución de Mayo va a la capital a solicitar apoyo para emprender campaña contra Montevideo, baluarte realista. Prestigio tiene en la campaña oriental. Con el cargo de capitán y 250 hombres insurrecciona a los pueblos del Uruguay por la Independencia.

De las penumbras y las dudas, de los sinsabores y el fracaso, de la impotencia y el enfado, amanece una de las tres grandes esperanzas argentinas de la época emancipadora. Estanciero de la campaña oriental. Blandengue Heroico por patriotismo y coraje. No milita en logias, ni frecuenta bares infestados de intelectualoides, las tertulias de la aristocracia no lo tienen como invitado, ni tampoco irá si lo llegasen a invitar. Pobre, modesto, cuando pudo tenerlo todo. Enemigo tanto de la oligarquía montevideana como la porteña, hombre de campo, aferrado a principios inquebrantables, fervorosamente popular, revolucionario radical, el que será Patrón de la Independencia, don José Gervasio de Artigas. ¡Bienvenido a la lucha por la causa, querido argentino! Jamás reivindicó la secesión como se dice. Su bandera, fue la de Mayo. Sus hombres, todos los que habitaran el suelo americano, ya sean blancos, mulatos, mestizos, indios, todos. Verdaderamente humanista era su programa: como el de Belgrano, como el de Simón Bolívar, como el de un correntino que está al llegar.

“¿Quién es usted que con 250 hombres y $200 va a sublevar la Banda Oriental?”, le pregunta el deán Funes. “¿Yo?, ¡El jefe de los orientales!”. El jefe oriental queda bajo el mando de Belgrano (quien por entonces le guardaba estima) y luego del “pasado” Rondeau.

El virrey Elío, de Montevideo, les sale en combate. En febrero ha declarado a los miembros de la Junta: “Traidores al Rey”. Ya no habría dudas del tenor de la lucha. Derrotado por Artigas en Las Piedras, se encierra en la capital y pide auxilios a Portugal.


No lo entenderán en Buenos Aires. Historiadores posteriores le negarán aclamada fama, incluso nacionalidad patria. Orgulloso patriota que nos venden de uruguayo cuando jamás abandonaste las banderas de Mayo desde aquí te saludamos, ¡Salve Artigas, Patrón de la Independencia!
(continuará....)

viernes, 1 de febrero de 2008

M!~ para princesa

Dada la crisis permanente de Hombres que no saben conducir el proceso en Saint Tèrriéns, este Blog Cultural dedicado a resaltar viejos valores olvidados, se la juega por quien mejor encarna el espíritu saintterriense
Este viejo Cónsul vuelto un capitanezco enamoradizado, promueve a esta bella y joven estadista para regir los destinos de nuestro país de ensueño