lunes, 28 de enero de 2008

biografias de vulgares IV

Para terminar,

EL vulgar más exitoso entre los fracasados nombrados sería el fenomenal Rodrigo Díaz. Corazón bondadoso y cándido, Díaz encarna lo mejor del Vulgarismo hasta que, rechazando la oleada vulgar al Mundial de Alemania, es asesinado por un fanático bengalí de cuarenta y siete puñaladas, dos cuchillazos. Y un tijeretazo en la costilla derecha onceava. Nadie explicó esto, aunque algunos pretendieron ver en ello el origen marciano del Colorado. Otros dicen que no fue en la onceava. Algunos creen que fue en el cráneo. La versión noruega dice que en vez de 47 puñaladas, fueron 43. La holandesa que fueron 52. Mejor todavía, los alemanes creen que fueron cuatro escopetazos de culata, los polacos que la escopeta finalmente se disparó y le dio en el miembro erecto de Díaz (¿?) Lo cierto es que no murió desangrado sin amor (¿?) En España le rinden culto por haberse bañado en sangre antes de morirse mugriento y por eso se explicarían las 58 puñaladas. En Argentina no dijeron nada porque a la muerte de Díaz había desaparecido. Aunque en Buenos Aires dicen que todavía está vivo y cada vez canta peor. Si es que alguna vez había cantado. En Sasha no hizo coros, aunque sí algunos ecos. Ecos de pecas, graciosamente. Compartió vestuarios con Enrique Cadícamo y tocó la bateria para Carlos Gardel y Osvaldo Goyeneche. También batearon con él, Baby Ruth y el Descalzo Joe Jackson. Con “bata” se sacaron fotos Sandro y Elvis Presley en la esquina de su casa, Esquiva le fue la suerte musical hasta que en su muerte Descartes, Ranato, le dedicó un tema “Existe, después piensa”. Aunque que importa el después si toda mi vida es el ayer, como dice el tango “Colorado en Flor”. O era naranjo como las frutas predilectas de Franicevich, Cuando se casó en 2001, se supo que no volvería a hacerlo sino en 2005. Pero con quien se casó en 2001 es la pregunta que a todos les frega hoy en día.
Bueno, ya