lunes, 21 de enero de 2008

El siguiente relato, fantástico y vanaglorioso, seguramente se refiere a quien lo escribió: Él mismo, el que firma el este post

Yo soy un tren q avanza,
Sin más riel q mi esperanza,
Sin más destino q el tuyo
Y eso ya es decir mucho
Y me gusta cantar, Y me gusta bailar
Y me gusta decirte, cuanto me gustás
Y me gusta cantar, Y me gusta bailar
Y me gusta decirte, cuanto me gustás

Yo no soy un vagón,
Y no es q no sea vago
Soy mucho más q es eso,
Tengo alma de arrastrar,
Los impulsos q llevan,
A ser más feliz, a celebrar
A conquistar, a deletrear,
Un mundo mejor, Un mundo de paz

Yo no tengo estación,
En donde parar,
No puedo esperar,
Tengo q avanzar
Te debo alcanzar,
Y me dejo llevar
Y te escucho, en silencio
Para verte llorar, Para verte reír
Para verte soñar, una vida feliz¡
Dejame encontrar, ya no hay rumbo sin ti!

Yo soy un tren q avanza
No cargo vagones,
No me gusta el q paga boleto,
Me gusta el colado,
Q no tiene más remedio, q estar a mi lado
Yo acompaño el anhelo, de estos polizontes
Q me siguen sin peros, hacia mi horizonte,
Cual amigo sincero, q no tiene estaciones
¡Porque viene conmigo, Tarareando mis sones!

Yo soy el obrero, q mis manos construyen
Un mundo sin hambre, y flores
Mujeres enjambre!,
Puedo ser el soldado, q mis manos pelean
Por un mundo sin hambre, flamear la bandera
¡Y hacer de mi sangre, una gloria entera!

Yo soy un tren q avanza, q no se detiene,
No tiene paciencia, tampoco prudencia
Sólo quiere un vestido,
Floreado, escotado, q se caiga de un tiro
Sostenerlo en mi mano, dejarlo en el suelo
Cansado y rendido,
mientras tú te enloqueces
Tan tierno el quejido,
con el q tú me enloqueces,
¡Y me dejas vencido, cansado y rendido!

No tengo destino, me propongo tenerlo
Cuando me digas q el trigo,
tiene forma de pelos
Tiene gusto a algún vino, q te dejan en pedo
Entonces me digo, ahora te aprovecho
Soy un pobre asesino, criminal yo te acecho
No me digas q el trigo, ya no tiene derechos
A juntarse conmigo, para verte esos pechos
¡Para verme encendido, perdido en tu lecho!

Yo soy un tren q avanza, no tengo destino
Me gusta la gente, también mis amigos
Mi familia, mi hermano, mis seres queridos
El Barbudo siniestro, haciendo de Cristo
Me gusta el Nazareno, somos parecidos
Cuando éramos niños, parecemos sus hijos
Y cuando somos más grandes, más pervertidos
Y eso a él le gusta, porque hace de Cristo

Yo no veo en mi vida, más ojos q el pobre
Pasé hambre y tristeza, con la ida de un hombre
Q decía ser mi Padre, y ojalá fuera cierto
Ojalá q volviera, y me viera despierto
Haciéndome el loco, haciéndome el cuerdo
Haciéndome el hombre, naciendo de nuevo
Gritándole al mundo, este es mi hijo pequeño
Ojalá q supiera, cuanto lo quiero

Yo tengo una madre, más q madre es la grande
No tiene más vida, q vernos gigantes
Yo seré esa montaña, esa fe inmensurable
Ese árbol sin frutos, vengan y descansen
Yo les daré de mi sombra, se lo debo a mi madre
Más q madre es gigante, más q madre obra de arte
Más q madre una llave, de una puerta q no abre
Más q madre un cobarde, una frase tajante

Yo tengo un hermano, q es medio cantante
Hermanas crecidas, q andan de ambulantes
Yo tengo un hermano, q se hace el cantante
Q lo quiero más q a nadie, y él no lo sabe
Tengo dos hermanas, q me tienen podrido
Les daría de patadas, pero son mi peligro
Mi virtud, mi pecado, mi mayor consentido
No se metan con ellos: son mis protegidos

Yo soy un tren q avanza, y por eso te digo
Mi esperanza es llevarte, por tantos caminos
Pasaré yo muy pronto, por tus conocidos
Te dirán q yo vengo, arrastrando un sonido
Q se suban los buenos, también los perseguidos
Q se suban los malos, y haremos un nido
Q se suban los locos, desvariados, perdidos
Y le den a mi vida, algo de sentido
¡Y le den a mi vida, algo de sentido!

Yo soy un tren q avanza, y ya voy terminando
Vengo dando alabanzas, gritando y saltando,
Me gustan las palabras, las flores, los mantos
Una siesta, una noche, un sol: tu risa y tus llantos
Un gol de mi bando, mi amistad emborrachando
Mis amigos gritando, saltando y tomando
Este pelado es su amigo, un loco y un canto
Este pelado es su amigo, un loco y un canto
Este pelado es su amigo, un tren galopando

Carlos Sebastián Pindonga (1978-1999, 2003-2009 y 2012-2025) así el nombre del autor de estos y otros relatos, tuvo una vida ajetreada y misteriosa. Hijo de un maestro de escuelas, educador del paraguayo Franela, supo ser el escritor de las aventuras vulgares. Jefe histórico del movimiento, cede espacios cuando su temprana muerte social en abril de 1999. Su paso por el infierno, entre el cielo y el purgatorio no hace más que crear el mito pipista: Lo mandaron a la tierra de vuelta, renovado y desprejuiciado. Degenerado aunque lo tenga bien guardado, termina casado con un hombre vestido de mujer (moda en la Argentina de sus últimos tiempos) Muerto en un crimen pasional y bajado al infierno, finalmente vuelve a la tierra para ser artífice central de la destrucción argentina como tal. Fue uno de los tantos compromisos de Pindonga con Satanás, a cambio de un miembro más grande.